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El diario "El Mundo" publica este lunes, en el marco de su investigación sobre el 11-M, la primera parte de una larga entrevista con José Emilio Suárez Trashorras.4 de septiembre de 2006. José Emilio Suárez Trashorras, acusado de haber robado y entregado los explosivos a los autores materiales del 11-M y que se enfrenta a una posible condena de 3.000 años de cárcel, reaparece este lunes con la primera parte de una larga entrevista en el diario El Mundo, realizada por Fernando Múgica.
Se trata de una gran exclusiva informativa en el marco de la investigación que el diario que dirige Pedro J. Ramírez está llevando a cabo en torno al 11-M. El ex minero habla en la entrevista de "golpe de Estado" encubierto y cuenta que su confesión partió de un engaño de la policía.Las Fuerzas de SeguridadA su juicio, los salvajes atentados del 11-M, los peores de la historia de España, no fueron más que una operación policial "que se descontroló y se les fue de las manos a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad". Una gravísima acusación que uno de los principales imputados de la matanza relata desde la prisión de Alcalá Meco, donde lleva recluido dos años y medio.
El acusado asegura que "la Policía me ofreció dinero y un piso para que incriminara a Zougam y El Tunecino" y que "fue la Policía la que me dijo en todo momento lo que debía decir ante el juez y lo que debía callar". Su teoría de que todo es un montaje policial es, asegura, "la única coherente" y explica que "me dijeron que desde Interior habían hablado con el juez y que estaba de acuerdo con el pacto de que no se formularan cargos contra mí".
¿Testigo protegido?. Suárez Trashorras asegura también que "declaró como testigo protegido", o al menos así lo crecía él, y que denunció durante meses los movimientos de Jamal Ahmidan Mowgli, uno de los implicados, sin que la Policía le detuviese. "¿Tiene sentido que llevara meses denunciando lo que hacía Mowgli, que supiera que los tenían controlados y que, así y todo, les entregara explosivos?", se pregunta un Suárez Trashorras encarcelado y que constantemente, a lo largo de toda la entrevista, pone en tela de juicio la actuación policial en todo este asunto. El imputado se declara votante del PP y dice que carece de sentido formar parte de la trama del 11-M, que acabó con el Gobierno del PP. ¿"Por qué iba yo a querer perjudicar al PP, el partido en el Gobierno, si yo siempre les habia votado?", afirma Suárez Trashorras, quien pone, además, muy en entredicho la actuación del policía Manolón en todo el procedimiento. "Se ha demostrado que mi relación con Manolón iba más allá de la de un simple confidente. Fue él quien me pidió que me infiltrara en la banda de Mowgli", explica.Se trata de una larga entrevista, muy a fondo sobre todo lo que sabe -u oculta- en torno al 11-M y su implicación en los hechos. Es para leerla entera, con detenimiento, y repasar las claves de los peores atentados de la historia de España. Mañana, la segunda parte.
El 11-M
Trashorras niega haber ofrecido explosivos y dice que fue Zouhier quien los pidió
AFP / Pool 27/02/2007 Actualizada a las 20:08hMadrid. (EFE).- El ex minero asturiano José Emilio Suárez Trashorras negó hoy haber ofrecido explosivos a nadie, incluida ETA, y tras calificar esta acusación contra él de "película", aseguró que fue el
ex confidente de la Guardia Civil Rafá Zouhier el que le preguntó dónde podía encontrar explosivos. "Eso de que hemos ofrecido explosivos es falso, y hay películas como que hemos vendido 250 kilos a ETA cuando ETA no ha tenido explosivos en los dos últimos años (...) o que si hemos cambiado droga por explosivos (...). Hemos sido seguidos por la Policía desde 2001 hasta 2004 y todo los resultados han sido negativos", se quejó Suárez Trashorras.Trashorras, quien accedió a contestar las preguntas del fiscal jefe de la Audiencia Nacional Javier Zaragoza, que pide para él la máxima pena (38.667 años de cárcel) por ser quien supuestamente facilitó los explosivos para los atentados, afirmó también que fue Zouhier quien le preguntó dónde podía encontrar explosivo y negó haberle facilitado una muestra de explosivo en febrero de 2003. Destacó además que él no pudo hacerse con el explosivo porque desde que se jubiló en 2002 no tenía acceso a Mina Conchita ni contacto con ningún empleado, y añadió que sólo conocía al acusado Raúl González, del que aseguró tampoco trabajaba ya en Mina Conchita, sino en otra mina asturiana. Sobre Zouhier, acusado que le precedió en esta séptima sesión de juicio, explicó que una vez se acercó a él cuando fue a la cárcel de Villabona (Asturias) a visitar a su cuñado Antonio Toro "y por eso nos preguntó" por los explosivos. Sin embargo, acto seguido se contradijo y sostuvo que vio a Zouhier "una o dos veces en la cárcel, pero no hablé con él" porque "yo a lo que menos importancia le daba era a ver un moro ahí detrás del locutorio". Respecto a una entrevista que concedió al diario "El Mundo" en la que dijo que el suicida y presunto líder de la célula que perpetró el 11-M, Jamal Ahmidan, el Chino, conocía a los dos etarras que fueron detenidos en Cañaveras (Cuenca) el 29 de febrero de 2004 con una furgoneta cargada de explosivos, señaló que no había dicho nada sobre este asunto porque nadie le había preguntado hasta ese momento por ello y porque cuando se lo dijo a la Policía le dijeron que eso "era imposible"."Me dijeron que ETA no se relacionaba con traficantes y que era imposible esa relación" manifestó Trashorras al indicar que por eso le entró "la duda de que fuera un malentendido" y pensó que el Chino, cuando le dijo "a los dos días de detener a los vascos" que habían detenido a un amigo suyo y que salía en la televisión (medio por el que Ahmidan le dijo haberse enterado de la detención), podía estar refiriéndose a otras personas.